Thursday, December 3, 2015

Ballets, Elefantes y Stravinsky


 Ya por sus 20 años de edad Igor Stravinsky fue alumno de Nikolái Rimski Kórsakov, uno de los mejores y más importantes compositores rusos de la época, siendo esta la llave para hacerse conocer, Stravinsky llamaría la atención de Serguéi Diáguilev el empresario y fundador de la célebre compañía de Ballets Rusos  con su obra  Feu d'artifice (fuegos artificiales).

Serguéi le encargo varias obras hasta llegar a darle las partituras completas de un ballet para ser estrenado, el resultado de este fue el Pájaro de Fuego. El estreno de esta obra se llevó acabo en París al igual que sus próximas obras como Petrushka.

Una de las fechas claves que señalan el nacimiento de la llamada música contemporánea es el 29 de mayo de 1913, día en que se estrenó el ballet de Stravinsky "La consagración de la primavera". Sin embargo la intención de Igor al componer sus obras como el mismo menciono era "mandar todo al demonio" y lo logró, en el estreno de La consagración de la primavera fue probablemente el más famoso "escándalo" en la historia de la música, con luchas a puño limpio entre los miembros del público, fue necesario la vigilancia policial durante el segundo acto.



Estas obras clásicas de ballet, innovadoras y atrevidas, nos dan a conocer una de las personalidades más influyentes del siglo xx, mostrando el desenvolvimiento estilístico de nuestro compositor, en el cual necesita utilizar toda la paleta de timbres para sus composiciones.

Pero ¿Cómo es que Igor Stravinsky se interesó tanto en los ballets?

Como lo ha afirmado el especialista en la temática Georges Arout: “...su música raramente ‘danzante’, es a veces apenas danzable; y más aún, Stravinsky se rehúsa considerar a su arte como un medio de expresión.

Pese a esto Igor Stravinsky compuso las más hermosas partituras para el ballet, inclusive se interesó en este arte al punto de haber pasado varios años en la intimidad de los Ballets Rusos, colaborando y compartiendo experiencias con bailarines, actores y coreógrafos.

Igor se rehusaba a considerar su música como un medio de expresión, como dice en su libro “Crónicas de mi vida”: la música es un fenómeno solo para poner orden a las cosas, con lo que aquí comprende un orden entre el hombre y el tiempo. Para que eso ocurra se necesita una construcción que sirva de soporte a la idea escénica planeada o deseada. He ahí el interés de Stravinsky en el ballet, donde la idea musical o trama se realiza paralelamente a la acción o necesidad, no por la representación emocional, sino por el contenido.

Stravinsky imaginaba una escena o situación y en parte a ello plasmaba la música, como el mismo dijo “Construyo mis obras como un ingeniero construye un puente”. Muchas veces no solo desarrollaba su idea en el aspecto musical, sino también en los libretos y coreografías, es por eso que tuvo muchas discusiones con los coreógrafos. Aquel que proponía una danza distinta a la pensada por Stravinsky simplemente dejaba de trabajar con él.

En Rusia el ballet era considerado un gran espectáculo y los danzantes eran muy admirados, sin embargo la música para esta danza era considerada inferior por los músicos “intelectuales”. No era digno de un gran compositor.

Tschaikowsky empezó pero al principio no fue reconocido, sin embargo gracias a ello, Stravinsky tomo interés hacia esta danza.

Fue Serguei Diaghilev quien llevo a la música de ballet a tener gran reconocimiento. El mismo Igor dijo: "Me impresionó ante todo en Diaghilev el grado de tenacidad y dureza que alcanzaba en la persecución de sus fines. Era algo a la vez tremendo y tranquilizador trabajar con este hombre desde el momento en que su fuerza era excepcional".



Y así nace su primera gran obra (anteriormente mencionada) “El pájaro de fuego”, encargada por Diaghilev en 1909. Con rasgos de sueños, princesas y encantamientos y, elementos del Impresionismo.


Tuvo un gran éxito, se estrenó en Paris en 1910 lo que facilito el encuentro con grandes compositores como Ravel, Debussy, Florent y Manuel de Falla, que significó un crecimiento profesional y personal.

Ballets:
El pájaro de fuego (1909 – 10), en dos cuadros.
Petrouchka (1910 – 11, revisión 1946 – 47), burlesco en cuatro cuadros.
La Consagración de la Primavera (1911 – 13, revisión 1921, 1943), escenas de la Rusia pagana en dos partes.
Las bodas (1914, revisión 1923), cuatro escenas coreográficas (con voces solistas y coros)
Pulcinella (1919 – 20), en un acto (con mezzosoprano, tenor y bajo).
Apollon
Musagète (1927 – 28), en dos cuadros.
El beso del hada (
1928, revisión 1950), en cuatro escenas.
Juego de naipes (1936), en “tres manos”
Orfeo (1948 – 51), en tres escenas
Agon (1953 – 57), para doce bailarines
El Ballet para Elefantes jóvenes
La obra Circus Polka (para elefantes jóvenes), ni más ni menos fue esta una de las obras más peculiares que compuso. Un ballet para cincuenta elefantes y cincuenta bailarinas.

A principio de la década de los 40´s, el circo Ringling Brothers, Barnum y Bayley le propusieron al coreógrafo George Balanchine realizar un acto que incluya la participación de elefantes. Este aceptó y propuso a Stravinsky para que hiciera la música. Igor aceptó con la condición de que sean elefantes jóvenes, pues sería más fácil.

Igor Stravinsky compuso así Circus Polka (para elefantes jóvenes). Fue un gran reto para Balanchine el acordar una coreografía con estos animales, es mas , en el estreno, los elefantes se pusieron nerviosos y acabaron el acto antes de lo que se suponía, sin embargo a pesar de esto, Circus polka fue todo un éxito. Duro desde Abril hasta Noviembre de 1942.

Aqui una foto de Vera Zorina, bailarina principal y esposa de Balanchine, junto con Modoc, elefante acompañante:



Circus Polka, para elefantes jóvenes



Referencias



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